Cuando con 26 años de edad el joven Dinis Grenable, de la casa Grenable, señores del Marquesado de Redountain, mató a aquel campesino por accidente, como él dice y asegura, no sabía que su vida iba a cambiar tanto. Resultó que aquel campesino era en realidad el jefe de la guarnición que estaba apostada en las tierras vecinas al marquesado, pues estaba este en la frontera y eran estos territorios fronterizos los que guardaban dicha guarnición. Al pedir explicaciones los integrantes de esta guarnición y tras conocer lo ocurrido, sin dar tiempo a más respuesta, se levantaron de la mesa y salieron del salón donde se daba la reunión al grito de "VENGANZA" y "NO QUEDARÁ IMPUNE". Así estos decidieron tomarse la revancha por su propia mano hacia las tierras de la familia arrasando el poblado más próximo a la guarnición en el momento en el que se estaba celebrando una boda entre los campesinos llevando a cabo una masacre en toda regla. La familia en ese momento le pidió al rey que controlara a sus hombres pero la guarnición se había adelantado, pues la rivalidad entre los estos y la familia era tal que ni en las visitas que en su momento hizo el rey a los territorios pudieron comer en la misma sala, pues los insultos y desavenencias se daban en todo momento. Así, aprovechando esto y que el rey era consciente de la rivalidad entre la guarnición y la familia, los soldados tomaron ventaja y pidieron al rey que intercediera y castigara a la familia. Sin embargo el rey no contestó a ninguna de las cartas pues tenía otros asuntos entre manos.
Tras varios meses de disputas en la corte y acciones militares de unos contra otros que habían dejado el territorio muy empobrecido y, lo que más angustiaba al buen rey, habían descuidado la frontera, el monarca en su infinita sabiduría decidió hacerse llegar hasta el territorio acompañado de sus hombres de confianza y de sus correspondientes mesnadas. Cuando llegó a los territorios en los que se daban las disputas, estableció y levantó su campamento en medio de ambos bandos para dar a entender que no se decantaba por ninguno en especial y a su vez que él era la muralla de la paz entre los rivales tras lo cuál hizo llamar a los líderes de cada facción. Hasta su pabellón llegaron el Marqués de Redountain acompañado de sus cuatro hijos varones, entre los que se encontraba Dinis junto a su hermano y sus tres hijos. También llegaron los líderes de la guarnición que tras haber enterrado a su líder asesinado se habían constituido en una asamblea de cuatro sargentos como era tradición esperando que el rey eligiese un nuevo jefe para la guarnición. Lo que en la reunión decidió sabiamente el rey tras escuchar a una y otra parte y siendo bien aconsejado por sus hombres de confianza fue lo siguiente:
- El perpetrador del asesinato debía de ser exiliado tras renunciar a todos sus títulos y privilegios pudiendo preservar su nombre y el nombre de su familia además de sus símbolos.
- Para ocupar el vacío dejado en la familia por la pérdida de un hijo, el sargento más joven y afín a la familia que más había apoyado el diálogo y había denunciado las acciones violentas, ocuparía el lugar de Dinis siendo adoptado por el patriarca.
- Por último, el puesto del sargento sería ocupado por el hermano del marqués el cuál además pasaba a ser el nuevo Jefe de la Guarnición, habiendo de gobernarla con el consenso de los otros tres sargentos.
Tras esto el rey anunció que para unir a los dos grupos y para no desaprovechar las fuerzas movilizadas, se lanzaría un ataque que tenía como objetivo desplazar la frontera varios miles de pies al norte siendo entregada la fortaleza a conquistar a una nueva guarnición creada a partir de la antigua, la cuál desplazará su cuartel a esta nueva fortaleza, siendo el antiguo destruido o dejando que se arruine como era tradición para evitar que posibles enemigos lo utilizasen. Con estas acciones esperaba el rey que soldados y familia compartieran tierras y acabasen integrando el mismo territorio.
En cuanto a Dinis, el joven exiliado, embarcó en el primer navío que saliese del puerto de la Costa Verde, en el territorio occidental del país sin saber el rumbo o el destino final de este. Nada más llegar a puerto dio su brazo como espada a sueldo a una caravana que se dirigía hacia la ciudad de Suno, del reino de Swadia en el continente de Calradia. Tras llegar al destino decidió presentarse en la corte del rey para presentarse, sin embargo, no estaba él, pues se encontraba de campaña con sus hombres en el este del reino contra el Reino Vaegir y se le informó que si quería servir bajo su mando o rendir vasallaje, debía de hacerse primero con un grupo de hombres.
Así pues el joven don Dinis Grenable comenzó su nueva vida en ese territorio explorando aquél nuevo continente y decidiendo visitar todos los reinos que en él existían mientras buscaba hacerse con un grupo de fieles soldados que le siguieran hacia cualquier destino con los cuales pretendía poner su espada al servicio del mejor monarca del continente tras lo cuál intentaría, por lo menos, llegar al mismo estatus que tenía cuando partió de su hogar y, eventualmente, volver a este y reclamar los derechos que se le habían negado.